ENTREVISTA CARLA ANDRADE

ENTREVISTA CARLA ANDRADE

Carla Andrade nace en Vigo en 1983, licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Salamanca, actualmente cursa estudios de Filosofía por la UNED. Su trabajo reflexiona acerca del paisaje, el hombre y la naturaleza alejándose de la mera captación y contemplación desinteresada, para ir más allá de lo representado. En sus composiciones cada elemento del paisaje se convierte en un símbolo o icono de poder "ancestral",  capacitado para llevar al observador a un estado transcendental consigo mismo. Partiendo de elementos aparentemente simples como son la montaña o los caminos, la cámara de Andrade logra conectar con aquello que reside más allá de lo físico, transgrediendo incluso en lo narrativo, para dejar paso a una comunicación directa entre los elementos del paisaje y el observador. En las obras de Carla Andrade todo se revela desde el plano de las emociones; la montaña o los caminos se convierten en lugares específicos donde focalizar la complejidad de la condición humana. En su serie "Paths to Land" Andrade nos invita a reflexionar y a realizar un recorrido por diferentes entornos, donde el camino se nos revela como una búsqueda o un aprendizaje. Cada camino marca un origen de partida, pero al mismo tiempo oculta tras su recorrido, el destino que espera a quién lo toma. El trabajo de Carla Andrade tiene como telón de fondo la reflexión sobre el hombre y el modo que tiene este, de relacionarse este con su entorno. Se trata de mirar desde la partícula del yo, "atman",  para llegar a la complejidad del todo  "brahmán".

Sus principales Exposiciones individuales han sido: Paths To Land, comisariada por Carlos Delgado Mayordomo. Fundación Fondo Internacional de las Artes. (II Festival Miradas de Mujeres), Madrid. 2013. Tiempo Vértice, Galería Michel Mejuto. Bilbao. 2013. Biocentrismo del sueño, comisariada por Cecilio Puertas. PA-TA-TA Festival Internacional , Granada. 2011.

Su obra ha formado parte de exposiciones colectivas  Veraneantes, comisariada por Iñaki Martínez Antelo & Agar Ledo. MARCO de Vigo. 2013. Horizonte, comisariada por Alexandra Baurès. Museo Guggenheim de Bilbao. 2013. XV Convocatoria Internacional Jóvenes Artistas. Galería Luis Adelantado, Valencia. 2013 Summer Calling 13. Galería 3+1 Arte Contemporánea, Lisboa (Portugal). 2013. Premio Ciutat de Palma Antoni Gelabert de Artes Visuales 2012. Casal Solleric, Palma de Mallorca. 2013. Jeune Creation 2012. Le 104, Paris (Francia). 2012. Premio joven UCM 2011 Artes Plásticas. C arte C. Museo del Traje, Madrid. Convergencias. Galería Alliance Française, PHotoEspaña 2012. Madrid.

 

¿Qué temas sueles tratar en tu obra? ¿Hacia dónde esta evolucionando tu trabajo estos últimos años?

Mi trabajo trata principalmente temas como el tiempo y el vacío, conceptos que me interesan especialmente por ser dos elementos que configuran los límites de la realidad, y sobre los cuales reflexiono plásticamente mediante el paisaje.

La evolución de mi trabajo se dirige hacía una depuración de las formas, a la búsqueda de la esencia y a la eliminación del objeto fotografiado. Cada vez más la superioridad de lo emocional sobre lo perceptivo se hace más evidente en mi trabajo y me conduce a llevar a sus límites el uso de un lenguaje no objetivo, evocador y que se acerca a la abstracción.  

¿Qué es para ti el paisaje?

Del paisaje me interesa lo que tiene de inconsciente, ya que lo entiendo desde su concepción mítica, como vuelta a los orígenes, a nuestro yo natural, más primitivo. Representa el estado salvaje del la mirada, para así dejar de lado la racionalidad discursiva.  Además, mi trabajo trata de moverse en la realidad insondable porque es infinita. Y el paisaje, al ser un elemento desposeído por el ser humano, se torna un misterio en si mismo.

¿Crees que detrás de cualquier paisaje, siempre se esconde una fuente de transcendencia?

El hecho de que sea un misterio ya lo hace transcender, ya que supera lo estrictamente inmanente. Indagar en él es tratar de reflexionar acerca de esa parte irracional e invisible de la realidad. Además, en mi caso, el paisaje natural "no domesticado" me produce una fuerte admiración, y admirar es el punto de partida para filosofar, para buscar más allá, como ya afirmaron Platón y Aristóteles. Para Schopenhauer la admiración es la “madre de la metafísica”.

Aunque a veces parezca estar ausente, ¿cuánta presencia tiene la condición del hombre en tu obra?

Me interesa el hombre como un elemento más dentro del conjunto de la realidad. La presencia del hombre en mi trabajo es equiparable al resto de componentes que conforman el universo. En cierto modo, se trata de desvincularse de la tradición antropocéntrica de la cultura occidental.

Tu serie "Paths to Land" se centra en…

La concepción ontológica de camino (o carretera), que en este proyecto tiene un carácter orgánico. Los caminos están tan imbricados en la existencia, que son metáforas de la vida humana. La vida como un camino impredecible del que sólo podemos controlar el origen y sólo podemos aferrarnos a lo ya recorrido; al pasado.  Es el movimiento cíclico que va paralelo al movimiento lineal en el tiempo. Caminos que atraviesan lo natural para tratar de llevarnos a él.

© Carla Andrade

¿Cómo definirías tu obra?

Mi trabajo está a medio camino entre lo documental y la experimentación. Trabajo con la realidad, la cual no intervengo, pero para traspasarla a través de ella misma. No se trata de representar, sino de reinscribir las representaciones establecidas. Dicho de otro modo; subvertir el principio de realidad y cuestionar la realidad obligatoria.

¿Qué autores han influido en tu trabajo?

En mi adolescencia temprana, fue muy importante para mi conocer a Shopenhauer mediante "El árbol de la ciencia" de Pío Baroja y "El Tragaluz" de Buero Vallejo, ya que me ayudó a situarme en el mundo. Me entendí como sujeto contemplativo frente al activo. Me sentí identificada con la contradicción entre ciencia y vida, con el neobudismo de Shopenhauer...  Ya más tarde, cuando descubrí a Hölderlin, afiancé esa idea de poesía como apropiación de la realidad, o con Bachelard, entre otros. A partir de ahí, han surgido muchos artistas o pensadores que han sido referencias importantes, como John Berger, Rothko, Oteiza, etc… Pero van apareciendo nuevas influencias constantemente.

¿Qué dificultades se encuentra un joven artista que comienza su carrera?

El definirse a uno mismo, establecer tú propio "conocimiento situado" del que habla Donna Haraway; como nos situamos ante la realidad. Para esto, es importante no dejar de profundizar en tus intereses y no dejar de realizar obra a pesar de los obstáculos que se presenten. Trabajar con entusiasmo y aprender a no desanimarse ante la dificultad que supone hoy en día mover tu trabajo por los circuitos artísticos establecidos.

© Carla Andrade

Qué valoras más de tu periodo formativo?

 Todo suma. Buscar, aprender, profundizar, viajar, ver… En definitiva vivir y empaparte de todo lo que te rodea. Nunca dejas de formarte.

¿Cuál es tu próximo proyecto o en que estas trabajando?

En estos momento estoy comenzando a hacer mis primeros trabajos en vídeo. Había trabajado cerca de este medio en los últimos años pero nunca me había lanzado a producir mis propias piezas audiovisuales. Por el momento, el objeto principal de mi estudio se centra en experiencia del tiempo en la imagen en movimiento, en el concepto que Deleuze acuñó como "imagen-tiempo". En cierto modo, es un paso lógico en el proceso ya que estoy habituando mi búsqueda del instante aislado, al movimiento. Por otro lado, busco imágenes que no surjan como causa, sino que hablen desde el umbral del ser, experimentando su resonancia. Este estar en el presente de la imagen hace que todo tenga un carácter inesperado. Son expresiones que crean "ser"; impulsos visuales que generan un lenguaje-realidad. Además, próximamente me iré a Nepal a producir mi próximo proyecto.

Tu trabajo fue seleccionado por nuestra publicación en la convocatoria PROCESS ROOM en Febrero de 2012. ¿Qué ha significado para ti ser seleccionada por Madridartprocess en la convocatoria Process Room?

Una motivación para seguir trabajando. El reconocimiento, sea del tipo que sea, te da un impulso de seguridad muy necesario cuando trabajas en algo tan subjetivo y difícilmente cuantificable, ya que todo supone una duda constante. Además, la difusión que supuso haber sido seleccionada, hizo que mi trabajo llegase a mucha más gente y surgiesen nuevas oportunidades.

¿Cómo se presenta ROOM ART FAIR?

Pues con muchas ganas ya que es una ocasión fantástica para encontrarme con muchos compañeros, dar un paso más y aprender.

 

Entrevista: Eduardo Álvarez

 

 

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