El Museo Arte Contemporáneo de Chicago acoge una exposición que reflexiona, a través de una selección de más de cien obras, sobre cómo ha cambiado la relación del ser humano con su entorno desde la llegada de internet a nuestras vidas. Un tema complejo y preocupante, que muchos expertos en psicología social están poniendo el foco en la actualidad, ya que desde hace dos décadas, nuestra forma de comunicarnos y de experimentar el mundo ha cambiado por completo.
Debido a la multitud de formas de representación que existen hoy en día, lo cotidiano, lo próximo, ha ido perdiendo su valor e incluso está adoptado otro sentido. El modo de comunicarnos por el móvil, o de compartir nuestra información en redes sociales, ha dado lugar a nuevos comportamientos, hábitos e incluso nuevas formas de sentir la realidad. La exposición titulada “I Was Raised on the Internet”, precisamente analiza este "boom" tecnológico de principio de siglo, deteniendose en la llegada de internet en el año 1998 y como a lo largo de este nuevo milenio se ha convertido en una herramienta imprescindible para nuestras vidas. En este contexto el concepto “milenio” toma un sentido pleno, ya que junto al fenómeno post-internet, ha sido fundamental para entender la obra de artistas y creativos del nuevo siglo XXI. Un nuevo paradigma para el arte, a veces utópico, que alejándose de su inmovilismo convierte al espectador en un agente activo, que se involucra en nuevas sensaciones y adopta nuevos comportamientos.
© Daniel Steegmann Mangrané, Phantom (Kingdom of all the animals and all the beasts is my name), 2014–15.
En la exposición “I Was Raised” encontramos cinco secciones, cada una describe con su título correspondiente, un modo diferente de interacción entre el público y la obra de arte. En la primera sección que encontramos y titulada “Look at Me” los trabajos hacen referencia a la cuestión de identidad y como las redes sociales nos obligan a desarrollar el "yo" en relación siempre con los otros. Otras de las secciones, “Touch Me”, encontramos obras que indagan sobre los límites de la traducción de información e imágenes digitales al espacio real. Centrándose en los límites del arte y abordando las formas en que el individuo puede desarrolla el tacto y la sensualidad en un contexto de Internet.
© Jon Rafman, Transdimensional Serpent, 2016. Collection Majudia
“Control Me” aborda y reflexiona sobre la cuestión del control, la cultura generalizada de vigilancia y recopilación de datos que se utiliza bajo la tecnología de red. En “Play with Me”, una de las secciones más interesantes, se trata de documentar las formas en que el arte dialoga con el avance de las tecnologías inmersivas e interactivas que hoy se están desarrollando y en las que el visitante no es simplemente un espectador pasivo sino un agente activo de la obra. Finalmente, “Sell Me Out” se enfoca en la cultura corporativa y de consumo. En esta sección los artistas toman ideas de la publicidad y el marketing, como la identidad corporativa, y son utilizadas para criticar los excesos de la sociedad de consumo y el capitalismo. En esta misma sección, también cabe la esperanza y se presentan trabajos que nos hablan de un futuro distinto, donde el consumo y los sistemas de mercado son sustituidos por nuevas estructuras que dan prioridad a la realidad social de cada ser humano.
© Foto cabecera:
Eduardo Álvarez | Madrid | 20 de Septiembre 2018