La artista británica Marianna Simnett presenta su nuevo trabajo titulado "Blood In My Milk", una instalación de video inmersiva de cinco canales, que analiza nuestros temores y fobias al cuerpo humano, y que ahora se puede ver de forma simultánea en el New Museum de Nueva York, y en el Museum für Moderne Kunst de Alemania.
El trabajo de Marianna Simnett se caracteriza por crear películas de ficción, performance, sonido e instalaciones de luz, que examinan el concepto de intimidad y la falta de familiaridad que experimentamos con nuestro propio cuerpo. Las intervenciónes médicas, tecnológicas y farmacológicas en el cuerpo humano y las estructuras de poder económico, social y patriarcal asociadas, constituyen la narrativa dominante en todo su trabajo. Los límites culturales e ideológicos en sus personajes suelen ser casi imperceptibles, pero no por ello, menos violentos.
Marianna Simnett: Blood In My Milk, 2018. Exhibition view: New Museum, New York. Photo: Maris Hutchinson / EPW Studio
En esta nueva obra, titulada "Blood In My Milk", la artista desarrolla una narrativa drástica sobre los mecanismos actuales de control, que miden el género y el cuerpo como campo de batalla. Una obra, que nace como resultado de una larga investigación, en la que Marianna Simnett mantuvo numerosas conversaciones con médicos, campesinos y estudiantes, para desarrollar un lenguaje propio para cada personaje interpretado siempre por actores no profesionales.
En "Blood In My Milk" a veces surge la obscenidad y la inmersión dependiendo de la cercanía de la cámara. Cada poro, cada secreción se hace visible: el horror, no a través de la ficción, sino a través del realismo de la carne, el cuerpo o las tecnologías sofisticadas. En todas las secuencias de la película podemos observar estructuras jerárquicas de poder y dicotomías categóricas que se disuelven dramáticamente con el curso de las narraciones o que los personajes derriban dolorosamente.
Marianna Simnett: Blood In My Milk, 2018. Exhibition view: New Museum, New York. Photo: Maris Hutchinson / EPW Studio
Los personajes de Simnetts buscan siempre su libertad desde una posición de impotencia, que les obliga a actuar, pero que al mismo tiempo algo no se lo permite. Actuando siempre de forma drástica, irracional y violenta, donde sus cuerpos se convierten en un campo de negociación, que se recupera gradualmente en el transcurso de la película. Entre lo relajante y lo grotesco, su trabajo infunde una sensación de miedo en el espectador, favoreciendo así, estados intermedios que desafíen y amenacen la fácil categorización de las estructuras sociales patriarcales que gobiernan nuestros cuerpos e identidades. Se trata de ofrecer un enfoque que ponga en duda categorías binarias como la inocencia y la crueldad, la pureza y la contaminación, el deseo y la repulsión, e incluso la vida y la muerte.
Eduardo Álvarez | Madrid | 19 de Noviembre 2018