En pocos días, se cumplirán 100 años de la fundación de la escuela de arte alemana Bauhaus, una escuela fundada en 1919 por el arquitecto y diseñador Walter Gropius en Alemania, y que centró su actividad en la enseñanza de la arquitectura, diseño, artesanía y arte. La actividad de esta escuela que duró 14 años, hasta su cierre en 1933 por el partido nazi, fue suficiente tiempo para haber pasado a la historia como una de las escuelas más influyentes en el diseño, la arquitectura y el arte del siglo XX.
Para entender la importancia, y el papel que tuvo la escuela de la Bauhaus, debemos conocer el contexto socio-político en que se fundó. Tras el militarismo y el imperialismo del siglo XIX, junto con el poder en manos de la aristocracia; los izquierdistas comienzan a principios de siglo XX a tomar posiciones políticas sobre conceptos como solidaridad internacional o socialismo. Durante la década de los 20, se produjo un momento de crisis del pensamiento moderno como consecuencia de un exceso de racionalidad técnica que invadió toda Europa y particularmente Alemania. La Bauhaus nace para superar a la institución de arte académico, defendiendo el valor social de la artesanía como una forma de reparar la alienación del capitalismo industrial del siglo XIX.
Así la escuela Bauhaus se encuentra en la confluencia de ideas internacionales sobre el modernismo y la reforma educativa, replanteando la relación entre las artes aplicadas y las no aplicadas, entre el conocimiento manual y el cognitivo. Como experimento educativo, fue excepcional poner varias ideas y prácticas en determinados contextos para volver a imaginar el papel de las artes en relación con la sociedad.
Para celebrar este primer centenario de la Bauhaus, la exposición "bahuaus imaginista” llega ahora al Haus der Kulturen der Welt de Berlín, después de recorrer varias ciudades del mundo como Rabat, Hangzhou, Nueva York, Kyoto, Tokio, Moscú, Sao Paulo, Lagos y Delhi, ofreciendo al espectador una relectura de la Bauhaus como un proyecto cosmopolita con resonancias globales. Una exposición comisariada por Marion von Osten y Grant Watson que lleva itinerante desde marzo de 2018, y que nos habla de las relaciones transnacionales, correspondencias y narrativas de la migración, buscando la traducción de los conceptos de la Bauhaus a diferentes contextos políticos y geográficos.
The Otolith Group. O Horizon, 2018, film still | Courtesy and copyright the artists
El título “bauhaus imaginista” alude a las posibilidades imaginativas que se abrieron por la Bauhaus, y las diferentes interpretaciones que el término todavía denota hoy. Entre los hallazgos de archivo y las contribuciones contemporáneas, el proyecto traduce la perspectiva histórica en un conjunto de preguntas contemporáneas: ¿Cómo, desde el espíritu de la Bauhaus, la cultura puede ser reimaginada como un proyecto social hoy en día? ¿Qué tipo de instituciones necesitaría tal proyecto? ¿Y de qué manera el Bauhaus sigue estimulando las prácticas y los discursos educativos y visionarios en la actualidad?
Con obras de Anni Albers, Gertrud Arndt, Kader Attia, Lena Bergner, Nandalal Bose, Ahmed Cherkaoui, Alice Creischer, Zvi Efrat, Luca Frei, Walter Gropius, Doreen Mende, Hannes Meyer, Takehiko Mizutani, László Moholy-Nagy, la exposición sitúa a la Bauhaus en contexto con escuelas de ideas afines en otras partes del mundo. Refleja la exploración artística de técnicas, materiales y prácticas artesanales; examinando cómo se transformaron, ajustaron y desafiaron los conceptos de Bauhaus sobre el diseño socialmente integrado; y descubriendo cómo el uso innovador de los medios de comunicación de la Bauhaus influye en el arte y en la cultura contemporánea.
Eduardo Álvarez | Madrid | 21 de Marzo 2019