Fue en la noche del 26 de abril de 1986, cuando una de las centrales nucleares más importantes y propiedad de la Unión Soviética, sufrió uno de los accidentes nucleares más devastadores de la historia. Chernobyl un caso de inseguridad global, en favor de la industria de la energía, que dejo un gran número de víctimas que a lo largo de los años ha ido creciendo.
Partiendo de los 31 muertos oficiales que certifico la URSS en el momento del accidente, pronto se pasó a los más de 4000 casos de cáncer provocados por el accidente. En el año 2006 la OMS elabora un último informe en que habla de más de 6,8 millones de personas que de alguna manera u otra se vieron afectadas por el accidente nuclear, llegando a afectar a zonas de Europa como Suecia, Noruega e Italia.
La artista brasileña Alice Miceli, con formación en cine, arte y arquitectura, nos propone un nueva mirada de las consecuencias del accidente nuclear más importante sucedido en nuestro siglo. A través de un laborioso estudio de campo en el propio lugar del suceso, la artista ha elaborado su “Proyecto Chernobyl”, un trabajo compuesto por una serie de 30 radiografías producidas entre los años 2006–2010.
El “Proyecto Chernobyl” se pudo ver por primera vez en la 29a Bienal de São Paulo, 2010, después de pasar por ciudades como Berlín, Ciudad de México y ahora Nueva York. El Proyecto Chernobyl se puede visitar en la actualidad en la sede de Americas Society de Nueva York, hasta el próximo 25 de enero de 2020.
La investigación de Miceli, le ha permitido desarrollar un método de creación de imágenes para documentar los efectos duraderos de la explosión de la planta nuclear soviética del 26 de abril de 1986. Aunque la radiación gamma sigue presente y causa problemas de salud y muertes en el área, es invisible a simple vista y a los métodos tradicionales de fotografía que se han utilizado para documentar las ruinas de la región.
Con esta nueva técnica, Miceli consigue hacer visible esta contaminación a través del contacto directo entre la radiación y la película, que estuvo expuesta en la Zona de Exclusión de Chernobyl durante meses.
Tanto técnica como conceptualmente el trabajo de Miceli es complejo, cuestionando en todo momento nuestras ideas sobre medio ambiente, percepción, memoria o política. Además de su trabajo en la zona de exclusión de Chernobyl, Miceli ha viajado en la última década a Angola, Camboya, Colombia y Bosnia como parte de una investigación centrada en la representación fotográfica del espacio en los campos de minas terrestres.
Eduardo Álvarez | Madrid | 21 de Enero 2020