La artista israelí Maya Dunietz, es considerada en la actualidad, como unos de los referentes más importantes en cuanto a la elaboración de música y arte a través del sonido. Utilizando ritmos sonoros tensos, drones industriales y elementos electrónicos, sus composiciones logran causar en el espectador una experiencia artística espiritual e inmersiva que rompe con el concepto de arte tradicional e inmóvil.
En los últimos 20 años, el trabajo de Maya Dunietz compositora, intérprete y artista, ha sido reconocido internacionalmente gracias a su impecable labor de investigación sobre las posibles interconexiones entre la música, el arte visual, la investigación tecnológica y la filosofía. Su trabajo es tan variado, que va desde instalaciones artísticas, actuaciones en solitario, composición realizadas para grupos de reputación, escritura para teatro, construcción de instrumentos electrónicos o canto en varios estilos.
Maya Dunietz “Thicket” - © Photo by Yuval Hai
Durante la década del 2000, Maya Dunietz pone en marcha múltiples experiencias e interpretaciones musicales, combinando tecnologías de vanguardia con técnicas antiguas y tradicionales. Sus instalaciones más importantes de esta época, son las realizadas para el Berlin Lunapark, el Swiss Pavilion en la Bienal de Venecia (2011) o el Palais de Tokyo en París (2014). Ahora el Centro Pompidou de Paris presenta “Thicket”(2016) una instalación de la artista israelí, compuesta por 10,000 audífonos que a modo de "nube acústica", nos revela la lucha constante del sonido y la imagen por apropiarse del espacio.
Maya Dunietz “Thicket” - © Photo by Eldad Refaeli
En “Thicket” se mezclan la escultura, los dispositivos tecnológicos y el espacio para abordar precisamente la heurística de la práctica artística. Una maraña de audífonos, nos permite reflexionar sobre la obsolescencia, sobre el espacio privado y público, sobre la expansión y propagación del sonido en cada uno de esos espacios y nuestro derecho a la intimidad. Una gran masa en forma de nube viva, interactiva, que va creando diferentes paisajes sonoros, dependiendo del recorrido elegido por cada persona. Se trata de hacer que el espectador investigue desde su percepción y a través del sonido, sobre las relaciones que existen entre el arte sonoro y las instalaciones artísticas. A lo largo de la exposición, que se podrá ver hasta el 4 de febrero 2019, Maya Dunietz también ofrecerá actuaciones musicales en vivo e improvisaciones en su instalación de “Thicket”.
Eduardo Álvarez | Madrid | 9 de Octubre 2018