24 HOUR PSYCHO

Cuando en 1960 Hitchcock presentaba en las salas de cine “Psycho”, una de las películas más importantes de la historia del cine, nunca pensó que 33 años después un artista escocés la de-construiría. Para los contemporáneos de “Psycho”, esta película significó para siempre un antes y un después, en lo que se refiere al género del suspense. El cine comenzaba a asimilar un cierto nivel de violencia, donde se mezclaban comportamientos pervertidos y pequeñas dosis de sexualidad.

En 1993 el artista escocés Douglas Gordon, se propone hacer objeto de investigación la película de Alfred Hitchcock “Psycho”, ralentizando a dos fotogramas por segundo la película. En aquel proyecto titulado “24 Hour Psycho” la película se alargaba de los 110 minutos originales de la cinta de Hitchcock a 24 horas. Douglas Gordon buscaba precisamente con esa densidad de tiempo, que los recursos propios del cine de suspense se perdieran o fuesen neutralizados. En esta nueva versión y para suerte de Norman Bates, la película es tan deliberada y lenta que podemos olvidar lo que sucede en cada secuencia, incluso si la hemos visto antes.

“24 Hour Psycho” fue exhibida siempre en una pantalla grande, suspendida en medio de un espacio, mientras la gente podía caminar alrededor de la pantalla. Para Douglas Gordon el arte debe ser un diálogo permanente que cuestione tanto la memoria como la percepción. Con este trabajo, Douglas quiere profundizar en la idea de “reflejo”. Al mostrar el trabajo en los dos lados de la pantalla, el espectador podía experimentar las dos posibles versiones de la película.

Desde entonces, el artista escocés ha creado obras en fotografía, vídeo-instalación y en espacio público, preocupándose siempre por la percepción y la memoria colectiva. Con esa misma  intención de profundizar en “el reflejo” Douglas Gordon a lo largo de su carrera ha realizado adaptaciones de varios largometrajes como Taxi Driver de Martin Scorsese.

Como sí de Dr. Jekyll y Mr Hyde se tratara, el mundo que Gordon construye está lleno de opuestos; bueno y malo, claro y oscuro, positivo y negativo. En su trabajo basado en el cine, encontramos narraciones que exploran temas polarizadores, como el bien y el mal, la luz y la oscuridad. Utilizando películas icónicas, como "Between Darkness and Light" (After William Blake) 1997,  "The Exorcist" 1973 o "The Song of Bernadette" 1943, el artista crea instalaciones que resaltan precisamente esos temas opuestos.

Al principio de este artículo hablábamos de la memoria como uno de los ejes fundamentales para el trabajo de Gordon. En “24 Hour Psycho” es quizás donde más se aprecia, como el artista pone el énfasis en la idea de que nuestros recuerdos y los recuerdos percibidos pueden ser maleables. Gordon consigue con su obra crear una tensión entre la memoria y la posible versión alterada de la realidad. La línea entre lo que vemos, lo que percibimos y lo que está bien o mal está borrosa, invertida y probablemente reflejada solo en nosotros.

 

Eduardo Álvarez | Madrid | 7 de Febrero 2020

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